domingo, 5 de octubre de 2008
The Weary Blues
Droning a drowsy syncopated tune,
Rocking back and forth to a mellow croon,
I heard a Negro play.
Down on Lenox Avenue the other night
By the pale dull pallor of an old gas light
He did a lazy sway . . .
He did a lazy sway . . .
To the tune o' those Weary Blues.
With his ebony hands on each ivory key
He made that poor piano moan with melody.
O Blues!
Swaying to and fro on his rickety stool
He played that sad raggy tune like a musical fool.
Sweet Blues!
Coming from a black man's soul.
O Blues!
In a deep song voice with a melancholy tone
I heard that Negro sing, that old piano moan--
"Ain't got nobody in all this world,
Ain't got nobody but ma self.
I's gwine to quit ma frownin'
And put ma troubles on the shelf."
Thump, thump, thump, went his foot on the floor.
He played a few chords then he sang some more--
"I got the Weary Blues
And I can't be satisfied.
Got the Weary Blues
And can't be satisfied--
I ain't happy no mo'
And I wish that I had died."
And far into the night he crooned that tune.
The stars went out and so did the moon.
The singer stopped playing and went to bed
While the Weary Blues echoed through his head.
He slept like a rock or a man that's dead.
by Langston Hughes
LOS CANSADOS BLUES
Repitiendo una somnolienta, sincopada melodía,
Meciéndose al son de un suave tarareo
Oí tocar a un Negro.
La otra noche en la avenida Lenox
A la tenue palidez de una vieja luz de gas
Con lento balanceo…
Con lento balanceo…
Se movía al ritmo de los Cansados Blues.
Sobre el marfil del teclado sus manos de ébano
Arrancaban del pobre piano una melodiosa queja.
¡Oh, Blues!
Tambaleándose sobre el oscilante taburete
Tocó esa raggy y triste melodía como un bufón musical.
¡Dulce Blues!
Que surge del alma de un negro.
¡Oh, Blues!
Con voz profunda y tono melancólico
Oí cantar a aquel Negro, quejarse al viejo piano:
“qué solo estoy en el mundo,
No me tengo más que a mí.
Pero, basta ya de quejas,
Dejo mi penar aquí”.
Pom, pom, pom, con el pie en el suelo marcaba el compás.
Tocó unos acordes, cantó un poco más:
“tengo los Cansados Blues,
No consigo estar contento.
Tengo los cansados Blues,
No consigo estar contento.
Ya no puedo ser feliz,
Ojala me hubiera muerto”.
Y hasta avanzada la noche siguió su tarareo.
Desapareció la luna y las estrellas se fueron.
No tocó más el cantante y se marchó a la cama.
En su cabeza aún el eco de aquellos blues resonaba.
Como un tronco o como un muerto se durmió de madrugada.
Langston Hughes
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