viernes, 27 de marzo de 2009
La Nostalgia del Melómano
(...) Hay cierto disco de Memphis Slim del sello Bluesville que comienza con su voz, no cantando sino hablando encima del piano. Es un sutil placer dejar caer la aguja, sentir las primeras notas y de inmediato, cuando aún no me he alejado del tornamesa, escucharlo bien cerca saludándome: “Hello, I’m Memphis Slim”. Acto seguido, regala una lluvia de notas que siento como punzadas en el corazón. Es como si después de que él dijera “hola, soy Memphis Slim”, sus dedos completaran la frase sobre el teclado: “Y estoy triste”.
Mi almacén está triste.
Esta mañana puse a sonar el Alone de Bill Evans y ahora en la tarde saco del cuartel a Memphis Slim. Los parlantes están dirigidos hacia el centro del local, ambas ondas salen y se tocan y rebotan llenando de música todo el espacio. El sonido del piano es magnánimo.
Justo cuando siento mi desazón tan profunda que nadie la puede entender, aparece Memphis Slim tocando un blues muy lento y pareciera retratarme la tristeza. Ya no me hundo en mis pesares porque el piano va volviéndolos hermosos. Y siento que es una dicha que haya pianos y pianistas porque en un momento urgente son capaces de sanarnos las heridas.
Memphis Slim me devuelve la calma y Bill Evans me recuerda la belleza. Todos los pianistas velan por mí desde el parnaso porque su dominio es el de las emociones, su instrumento está hecho de la misma materia de los sueños. (...)
Juan Carlos Garay
miércoles, 18 de marzo de 2009
Moaning Lisa
Second Grade Blues
Oh, I'm so lonely,
Since my baby left me.
I got no money,
And nothing is free.
Oh, I've been so alone
Since the day I was born.
All I got is this rusty,
This rusty old horn.
Lisa:
I got a bratty brother.
He bugs me everyday.
And this morning my own mother,
Gave my last cupcake away.
My Dad acts like he belongs,
He belongs in the zoo.
I'm the sa-a-a-addest kid,
In gra-a-a-de number two.
sábado, 14 de marzo de 2009
LA NOCHE EN LAS CIUDADES
(Looking for the heart of saturday night)
TOM WAITS
A Luis Antonio de Villena
A lo largo del tiempo
y en diversas ciudades, he observado a esa gente
que transita en la noche: bebedores anónimos,
muchachitas de un día, cuarentones
que regresan vencidos del amor, todos ellos
buscadores sin mapa de un tesoro.
Por calmar otra sed beben sin ganas,
y en sus ojos he visto esas preguntas
que a veces el amor supo acallar,
pero muerto el amor, de regreso en la noche,
en sus ojos seguían las preguntas,
esas mismas preguntas que se hicieron
los poetas románticos al contemplar la luna,
pero también los griegos y los árabes
y tantos otros cuya historia
desconoce esa gente que se hace
esas mismas preguntas, esas tristes preguntas
que a mí me asaltan hoy ante esta copa:
en la falsa moneda de la noche
¿he buscado su brillo o he buscado su sombra?
¿Qué queda de la dicha que algún sábado
he creído sentir, o es que sólo
existe fingimiento en la alegría?
¿Qué ciudades, qué noches, qué luces o qué sombras,
qué palabras, qué cuerpos,
o qué extraño cansancio calmarán
este afán de vivir que la vida no sacia?
Para expresar lo que en las noches siento,
lo que en tantas ciudades y a través de los años
he sentido al volver los sábados a casa,
derrotado y dichoso, solitario,
debería quizá recurrir a la imagen
de esos vasos vacíos que la noche abandona
y en los que brilla el sol
por un instante al despuntar el día,
o haber sido un buen músico quizá,
escuchad a Tom Waits y dejad de leerme:
ahora sólo a un blues se parece mi alma.
Vicente Gallego
lunes, 9 de marzo de 2009
MELODÍA
A Carles
Te gusta el Jazz muy lento si estas solo
Y arde dentro de ti su negro fuego.
El saxo inicia la conversación:
Con lentitud de lluvia describe como es
Este pájaro muerto en el camino
Y como se deslizan por el plumaje gris
Los aguaceros del otoño.
Ternura por los niños que crecieron,
Por el perro de casa, que un día se perdió.
Ternura por los padres que envejecen
Mirando a un horizonte de trigales maduros.
Te gusta el Jazz muy lento si estás solo.
Joan Margarit
In my solitude
You haunt me
With dreadful ease
Of days gone by
In my solitude
You taunt me
With memories
That never die
I sit in my chair
And filled with despair
Theres no one could be so sad
With gloom everywhere
I sit and I stare
I know that Ill soon go mad
In my solitude
Im afraid
Dear lord above
Send back my love
Duke ellington / Eddie Delange / Irving Mills
lunes, 2 de marzo de 2009
El Fin De La Avenida Está En El Sable...
El fin de la avenida está en el sable de Calixto García,
que a caballo se aquieta con la espuma.
Yo lo contemplo acostado en el muro,
que escinde la ciudad del universo,
y alucino el jazz y las mujeres de aquellos trasatlánticos,
apenas dibujados por sus luces.
Hace dos horas ardió un viñedo
que una mujer y yo sembramos sin mucho corazón.
Ahora estoy solo mirando al general tan lejos de su pueblo,
que es el mío, cuyos bordes no lamen el océano sino la infinitud,
el campo donde él también ardió siguiendo una bandera.
Le cifro mi secreto a un delfín
que predice el día en forma de batalla
y azulado como vuelo de danzón.
Sé que así girará la rosa náutica,
y en esa redondez que une las confusiones:
le invade al general la desmemoria
y comienza a nevar sobre mi enigma.